viernes, 2 de octubre de 2009

AGUILA DEL CIELO - Parábola (de James Aggrey)



"Una vez un hombre paseando por el bosque encontró un pichón de águila herido y decidió llevarlo a su casa, donde lo curó y atendió. Entonces lo colocó en el gallinero, junto con las gallinas, pavos y gansos. Allí escarbaba la tierra, daba pequeños saltos, comía gusanos y la ración propia de las gallinas. Vivía imitando lo que veía hacer a los otros animales del corral. Como siempre miraba el suelo en busca de comida sus ojos no percibían con exactitud lo que sucedía en las alturas, aunque fuera un águila y perteneciera al cielo. A veces se sentía un poco extraña, no comprendía lo que pasaba en su interior. Después de cinco años, este hombre recibió en su casa la visita de un naturalista. Mientras paseaban por el jardín, dijo el naturalista: -Este ave del corral no es una gallina. Es un águila!!! -Por supuesto -dijo el montañés- es águila. Pero yo lo crié como gallina. Ya no es más un águila. Se transformó en gallina como las otras, a pesar de las alas de casi tres metros de extensión. -No –retrucó el naturalista. Ella es y será siempre un águila. Pues tiene un corazón de águila. Este corazón la hará un día volar a las alturas. -No, no –insistió el montañés. Ella se convirtió en gallina y jamás volará como águila. Entonces, decidieron hacer una prueba. El naturalista tomó el águila, la levantó bien en alto y, desafiándola, le dijo: -Ya que eres un águila, ya que perteneces al cielo y no a la tierra, entonces, ¡abre tus alas y vuela! El águila se posó sobre el brazo extendido del naturalista. Miraba distraidamente a su alrededor. Vio allá abajo a las gallinas, pavos y gansos picoteando granos y saltó junto a ellas. El montañés comentó: -Yo le dije, ¡ella se convirtió en una simple gallina! -No –insistió el naturalista. Ella es un águila. Y un águila será siempre un águila. Vamos a experimentar nuevamente mañana. Al día siguiente, el naturalista subió con el águila al techo de la casa. Le susurró muy cerca: -Águila, ya que eres un águila, ¡abre tus alas y vuela! Pero, cuando el águila vio allá abajo el gallinero, la seguridad que ofrecía en comida y techo, saltó nuevamente. El montañés sonrió irónicamente: -Yo le había dicho, ¡ella se convirtió en gallina! -No –respondió firmemente el naturalista. Ella es águila, poseerá siempre un corazón de águila. Vamos a experimentar todavía una última vez. Mañana la haré volar. Al día siguiente, el naturalista y el montañés se levantaron bien temprano. Tomaron el águila y la llevaron lejos, lejos de la casa, lejos del corral, fueron a lo alto de una montaña. El sol asomaba entre los picos de las montañas. El naturalista levantó el águila al cielo y le ordenó: -Águila, ya que eres un águila, ya que perteneces al cielo y no a la tierra, ¡abre tus alas y vuela! El águila miró alrededor. Temblaba como si experimentase una nueva vida. Pero no voló. Entonces, el naturalista la tomó firmemente, bien en dirección al sol, para que sus ojos pudiesen llenarse de luz y horizonte. Su corazón despertó, comenzó a latir fuerte, apresurado y ansioso. Sintió un llamado en su interior. En ese momento, ella abrió sus potentes alas, emitió el típico kau, kau de las águilas y se levantó, soberana, majestuosa sobre sí misma. Y comenzó a volar, a volar hacia lo alto, a volar cada vez más alto. Voló... voló... voló hasta confundirse con el cielo azul..."

jueves, 9 de octubre de 2008

viernes, 3 de octubre de 2008

LA RENOVACION DEL AGUILA





LA RENOVACIÓN DEL ÁGUILA
El águila, es el ave que posee la mayor longevidad de su especie.
Llega a vivir 70 años.
Pero para llegar a esa edad ,a los 40 años de vida tiene que tomar una seria decisión.
A los 40 años:
Sus uñas curvas y flexibles , no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta.
Su pico alargado y punteagudo , también se curva.
Apuntando contra el pecho están las alas , envejecidas y pesadas por las gruesas plumas.
¡ Volar es ahora muy difícil !
Entonces el águila , tiene sólo dos alternativas: Morir , ..... ó enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido, próximo a una pared , donde no necesite volar.
Entonces, apenas encuentra ese lugar , el águila comienza a golpear con su pico la pared , hasta conseguir arrancárselo.
Apenas lo arranca , debe esperar a que nazca un nuevo pico con el cual después , va a arrancar sus viejas uñas.
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, prosigue arrancando sus viejas plumas.
Y después de cinco meses , sale victorioso para su famoso vuelo de renovación y de revivir, y entonces dispone de 30 años más.

A veces nos preguntamos:
¿Por qué renovarnos?
En nuestra vida, muchas veces, tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.
Para que reanudemos un vuelo victorioso, nos debemos desprender de ataduras , costumbres y otras tradiciones del pasado.
Solamente libres del peso del pasado , podremos aprovechar el valioso resultado de una renovación.

HABITOS Y COSTUMBRES

Hábitos Reproductivos
En las áreas donde las águilas Calvas tiene hábitos sedentarios, las parejas que se forman se mantienen intactas a lo largo del año, a menos que uno de los miembros de la pareja muera, ésta se mantiene unida de por vida.
A partir de los cinco años de edad, estas águilas pueden empezar a reproducirse; sin embargo, de acuerdo a la densidad de la población, no todos se reproducen entonces, sino que lo hacen a los seis o siete años de edad. Lo contrario puede ocurrir si las densidades poblacionales son bajas, ya que se registran individuos de cuatro años activos reproductivamente.
Los nidos se encuentran aproximadamente a dos kilómetros de áreas acuáticas abiertas, pero en lugares donde la zona costera ha tenido algún tipo de desarrollo, es probable que los nidos se encuentren más lejos de la costa. Suelen construir los nidos en los árboles más altos del área, muchos de los cuales les proveen de buena visibilidad de todo el paisaje alrededor. Si no hay árboles altos cerca de la costa, las águilas pueden anidar en acantilados en peñascos y picos de montañas o incluso en el suelo, donde el acceso que tendría buena accesibilidad en cuanto al vuelo pero también en cuanto a la llegada de depredadores. Estos nidos pueden ser enormes, con casi dos metros y medio de ancho y hasta dos toneladas de peso.
Generalmente en cada temporada de nidificación los nidos son reutilizados por las mismas parejas, aunque es común que cada pareja tenga hasta dos nidos que pueden ser usados alternamente por temporadas. Si bien a lo largo del año es posible observar a los adultos añadiendo algún material al nido, al llegar la época reproductiva esto ocurre casi diariamente, intensificándose hasta uno o dos meses antes de la puesta de los huevos.
Ambos miembros de la pareja participan de esta actividad, siendo la hembra la encargada de acomodar con cuidado los palos dentro de la plataforma. Dos o tres semanas después de que hayan eclosionado, por lo menos uno de los padres se mantiene en el nido. La hembra permanece un 90% de su tiempo con los polluelos, mientras que el macho sólo lo
hace la mitad del tiempo, puesto que aunque ambos aporten presas al nido, es el macho quien aporta la mayor cantidad.